Toyota encuentra más ventajoso conocer de antemano y en profundidad el modelo / diseño de un producto, que conocer el resultado de prototipos de producción después de probarlos. Esta teoría hace posible satisfacer a los clientes y al mismo tiempo crear proyectos que ¡nunca fallan!
Los hermanos Wright, inventores y pioneros, probaron este concepto hace más de cien años, siendo acreditados para desarrollar la primera aeronave más pesada que el aire.
Muchos ingenieros han intentado, a lo largo del tiempo, fabricar aviones tripulados, aunque sin éxito. Sin embargo, los hermanos Wright ¡lograron alcanzar tal hazaña! Transformaron el front-end de desarrollo en un proceso de toma de decisiones y un aprendizaje continuo, eliminando la reelaboración y los procesos complejos inherentes al desarrollo de nuevos proyectos.
Este modelo es el origen del concepto probar & aprender antes de diseñar y esa práctica tiene 4 pasos eficientes:
1º Probar
2º Repetir hasta que sea factible
3º Diseñar
4º Crear
Por otro lado, y en contraposición, el paradigma actual de desarrollo de un producto invierte las prioridades descritas anteriormente comenzando con una fase conceptual, seguida de una fase de planificación y diseño, y sólo después, de prueba y lanzamiento y posteriormente de producción.
El inventor Samuel P. Langley invirtió aproximadamente $ 70,000 en la aplicación del modelo diseñar-construir-probar-repetir durante 17 años, obteniendo como resultado aviones que nunca volaron. Los hermanos Wright, sin embargo, necesitaron menos tiempo; durante un periodo de cuatro años, dedicaron aproximadamente 22 meses, invirtieron alrededor de $ 1,000 e implementaron un modelo que consistía en probar y experimentar-repetir hasta que fuera factible y luego construir. En otras palabras, un modelo invertido respecto al anterior.
Así, aparece un nuevo paradigma de desarrollo de producto Set Based Engineering, marcando la importancia y la necesidad de pruebas antes de diseñar el producto final. Existe un objetivo de eficiencia en este modelo, ya que pretende captar conocimiento para un uso futuro, así como las decisiones que se han tomado por cuello de botella, eliminando de esta forma alternativas que no respetan las limitaciones técnicas o no cumplen con las exigencias del cliente necesariamente. La Set Based Engineering se basa en la toma de decisiones para lograr el conocimiento - Set Based Decision-Making. Este modelo permite:
· Flujo entre áreas de especialización – colaboración
· Flujo entre proyectos – reutilizar
· Hace visible lo que se debe aprender para una futura convergencia
· Mejora continua
El primer paso es captar los intereses del cliente - los clientes finales, los usuarios del producto o los gestores de proyectos en los que se utilizan los productos - básicamente, comprender sus necesidades y motivaciones.
Es imprescindible que los intereses de los clientes se expresen de manera medible para una mejor comprensión por parte de los equipos internos de desarrollo, facilitando la comparación con la oferta que ofrece la competición.
El siguiente paso consiste en el estudio de las principales características técnicas que tienen impacto en estos intereses y en el mapeo de las relaciones. Las relaciones desconocidas se priorizan y el programa de aprendizaje para estas relaciones se denomina plan de factibilidad del proyecto. Posteriormente las relaciones son estudiadas por los equipos de ingeniería, en varios ciclos de aprendizaje distintos, desarrollados preferentemente en entornos que simulan el usuario final del producto, a escala industrial, para imitar mejor la realidad y validar el cumplimiento de los intereses del cliente.
A medida que se genera nuevo conocimiento en los ciclos de aprendizaje, estos se comparten con los ingenieros que trabajan en los ciclos restantes en los eventos de integración de conocimiento. Estos eventos son la garantía de un flujo de información adecuado entre todo el equipo del proyecto.
Una vez más, el secreto radica en compartir: ¡compartir conocimiento y reutilizarlo para los próximos desarrollos y acciones!
