No siempre el error conllevó al fracaso. La creación de los famosos “post-its” de Spencer Silver, es uno de los ejemplos más brillantes. El químico buscaba desarrollar el adhesivo más fuerte del mundo, pero de forma involuntaria, hizo justo lo contrario, creando un adhesivo que pega y despega fácilmente en cualquier superficie, sin dejar marca.

Esta historia tuvo un final feliz. Sin embargo, en el ámbito de las buenas prácticas, lo mejor es no cometer y no dejar pasar el error. Cuando el error tiene lugar, se debe sacar el mayor partido: reutilizar o prevenir para evitar la concurrencia. ¿Conoce la expresión, “más vale prevenir que curar”? Seguro que le resulta familiar, y la ha escuchado en más de una ocasión. Es aquí donde el concepto “Calidad Autónoma” se asume con el objetivo de no cometer y no dejar pasar el error. En la coyuntura global, el margen a error se vuelve cada vez más pequeño y las empresas son llamadas a monitorizar su concurrencia y a extinguirla, para conseguir dar respuesta a las exigencias del mercado.

Aprovechar el potencial del trabajador, promoviendo el autocontrol y el trabajo en equipo,de modo que el error se analiza en conjunto y que, en caso de detectarlo, se pueda detener antes de avanzar al siguiente proceso. La no ejecución y detección del error es necesaria, asegurando mayor eficiencia y eficacia de la ejecución – afectando positivamente a los resultados de las empresas.

A través del concepto de calidad autónoma, surgen tres medios de auto calidad – complementarios y combinados en función del método que los aplica y de sus intervinientes (personal, equipamientos y productos/ servicios) – que se presentan aptos para conferir estabilidad al proceso. Conozca estos tres caminos capaces de prevenir la concurrencia de errores y la transmisión de defectos:

• Normas de Ejecución: es a través de la aplicación de las normas de ejecución que se consigue evitar “cometer defectos”. Su cumplimiento permite:

- Preservar el conocimiento;

- Orientar la delegación de tareas;

- Garantizar producción, calidad, coste, entrega, seguridad y motivación;

- Servir de base de formación y base para auditorías;

- Evidenciar relación de causa- efecto;

- Facilitar la gestión, mantenimiento y mejora del servicio;

- Evitar recurrencias;

- Controlar la variabilidad.

• Normas de Inspección: el colaborador aplica estas normas de cara a evitar “pasar defectos” y a proceder con autocontrol, con el objetivo de poder:

- Deliberar sobre la conformidad del producto/ servicio;

- Aislar los productos/ servicios con errores;

- Avanzar solo productos/ servicios en condiciones, para el proceso siguiente.

• Poka-Yoke: con este sistema es posible evitar la ocurrencia de defectos, sea en la producción o en la transmisión. A prueba de errores, el Poka- Yoke permite que los procesos se mejoren constantemente, de cara a evolucionar de un sistema de detección a un sistema anti- error.

El concepto “calidad autónoma” comparte la filosofía Kaizen, que asienta una mejora continua, donde la participación de todos los trabajadores es fundamental para perfeccionar los procesos y desempeño de la organización, eliminando la ocurrencia y la transmisión de defectos. Monitorizar, detectar, comprender, estancarse, “no cometer”, “no dejar pasar” y “no volver a cometer” el error, son algunas líneas para que todos puedan aprender con el e impedir que vuelva a ocurrir.

Así, a pesar de asumir “el error” como una condición natural al ser humano, este se puede monitorizar y eliminar. Para suprimir el error y no repetirlo, se debe tener una actitud proactiva de mejora continua, capaz de aprovechar las sinergias de todos los elementos de un equipo, que de forma autónoma, se juntan para alcanzar el éxito.