Los avances tecnológicos, la diversidad de fuentes de captación de talento y la creciente demanda de un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal son los principales impulsores que han venido configurando la forma de ver el trabajo. Una prueba de esto es que el 68% de los trabajadores afirma que el factor de motivación más relevante para su trabajo pasará a ser la flexibilidad, en cuanto a horarios y ubicación.
Este nuevo paradigma del futuro del trabajo ha llegado para quedarse. Las empresas que sean más rápidas y ágiles a la hora de iniciar esta transformación serán las que más éxito tengan a la hora de conseguir equipos colaborativos, más productivos y con un mejor equilibrio entre vida personal y trabajo.