Es frecuente encontrarnos varios apiladores, o medios parecidos, circulando por el espacio sin una ruta definida, pero con la finalidad de responder a los pedidos y necesidades que vayan surgiendo por parte de quien está en la operación. A este modelo tradicional de respuesta se le denomina taxi, ya que trae y lleva en función de los pedidos. Se trata de una solución de coste elevado y de difícil manipulación, afectando a la productividad – si la empresa tuviese 10 apiladores y estos estuviesen ocupados el 90% del tiempo, la probabilidad de que, cuando sea necesario uno, todos estén ocupados es casi total.
Esta opción se considera, por eso, como una fuente de desperdicio, de variabilidad y de dificultades en la manipulación y tiempos de entrega. Como alternativa, se propone el recurso del “mizusumashi”, una herramienta de la metodología KAIZEN™ Lean que es sinónimo de operador logístico y que significa “aquel que se mueve fácilmente”. El propósito del mizusumashi es garantizar el abastecimiento de materiales, componentes e información que añaden valor. Utilizando el tren logístico, el mizusumashi trabaja como un “metro”, con rutas y tiempos definidos, llegando a cada estación en el tiempo previsto (el ciclo de 20 minutos es el más habitual). Implicando un coste inferior y de fácil manipulación, promueve la alta productividad y permite la ejecución de un trabajo estandarizado cíclico.
El mizusumashi se caracteriza por ser transversal a varias industrias y servicios y por cambiar el proceso tradicional, eliminando desperdicio y aumentando la productividad. Además de ser ventajoso económicamente, permite incrementar la calidad y flexibilidad de la operación. En resumen, el mizusumashi aumenta la rentabilidad de la organización y reduce los costes y el Lead Time.